Una joven identificada como Yuritzia Elivani Ramírez Pérez, de 16 años, originaria de Verapaz, Guatemala, municipio de Frontera Comalapa, se destacó desde pequeña por ser una persona muy activa, especialmente en el ámbito musical.

Desde temprana edad, asistía con entusiasmo a los servicios religiosos en su tierra natal, lo que la inspiró a estudiar en el Seminario Teológico.

Hace apenas un año culminó su formación como ministra de música.

Las difíciles circunstancias en su región obligaron a su familia a buscar un lugar más seguro, trasladándose a la capital del estado en busca de tranquilidad.

Al llegar a la ciudad, Elivani, junto con sus padres, encontró una iglesia donde pronto se integró al coro. Con gran dedicación y fervor, participaba cantando y colaborando activamente.

Su talento y pasión la llevaron a viajar con el coro a la Ciudad de México, donde asistieron a congresos de música, disfrutando no solo de cantar, sino también de conocer lugares emblemáticos como Bellas Artes y la Escuela Nacional de Música.

Sin embargo murió víctima de una bala perdida, durante un enfrentamiento en uno de los principales bulevares de Tuxtla Gutiérrez, mientras se trasladaba en un transporte colectivo.

Hombres armados protagonizaron un enfrentamiento el pasado miércoles por la noche en una zona concurrida de esta ciudad capital de Chiapas, el bulevar Belisario Domínguez.

Su padre y su hermana, menor que ella, también viajaban en esa “unidad”, pero nunca se imaginaron que ya estaba sin vida, hasta que el vehículo de pasaje se detuvo frente a una gasolinera y la vieron recostada en uno de los asientos.

Emmanuel Ramírez, su papá, había llegado a Tuxtla desde hace como cuatro años para trabajar en una empresa del ramo de la construcción; en 2022, su esposa e hijas lo alcanzaron, pues la vida en Frontera Comalapa, municipio de donde son originarios, ya no era la misma ante la presencia del crimen organizado.

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