La comunidad del estado Anzoátegui, Anaco, Venezuela, se encuentra conmocionada tras la muerte de Yedismar Alejandra Reyes Cedeño, de 22 años, ocurrida el pasado domingo 10 de noviembre de 2024 en una residencia del sector Viento Fresco, en Anaco.

Aunque el informe preliminar de la autopsia sugiere que se trató de un suicidio, la familia y los allegados de la joven rechazan esta hipótesis y piden a las autoridades una investigación exhaustiva, convencidos de que se trató de un homicidio.

Yedismar, quien estaba próxima a recibir su título de Técnico Superior Universitario (TSU) en Contaduría en la Universidad Politécnica Territorial José Antonio Anzoátegui (UPTJAA), fue descrita por sus compañeros de trabajo y amigos como una persona llena de alegría y con un futuro prometedor.

En su honor, se realizó un emotivo recorrido que pasó por su universidad y su lugar de trabajo, culminando en el cementerio de la calle Sucre, donde fue sepultada.

A pesar de las conclusiones preliminares de las autoridades forenses, la familia de Yedismar ha expresado públicamente su escepticismo.

Según ellos, la joven había sido víctima de abuso emocional y verbal por parte de su pareja, quien fue señalado de humillarla y maltratarla en múltiples ocasiones. Este mismo individuo, según los familiares, se presenta ahora como "devastado" por su muerte, lo que ha generado más sospechas sobre su posible implicación en los hechos.

La tragedia ha desatado una oleada de reacciones en redes sociales, donde se cuestiona la falta de pronunciamiento oficial por parte de las autoridades locales. Melina Reyes, prima de Yedismar, ha sido una de las voces más activas en exigir justicia, denunciando que la familia del presunto agresor habría encubierto su comportamiento.

El caso ha despertado un fuerte debate sobre la violencia de género y la necesidad de una mayor protección a las víctimas. La familia de Yedismar no se conforma con las respuestas iniciales y ha solicitado la intervención de organismos de derechos humanos para que se esclarezca lo ocurrido y se haga justicia.

Mientras tanto, la comunidad de Anaco permanece en duelo, esperando que las autoridades puedan brindar claridad sobre esta trágica y controversial muerte que ha sacudido a toda la región.

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