
Valentina Andrade de Azevedo, una niña de tres años, perdió la vida tras pasar el día jugando en la residencia del novio de su madre. El caso, ocurrido en una localidad no especificada de Brasil, está siendo investigado por la policía debido a sospechas de envenenamiento con veneno para ratas.
La tragedia comenzó cuando Valentina, tras pasar el día en el patio de la casa, empezó a sentirse mal después de consumir leche proporcionada por su madre.
Según los testimonios, la menor presentó un malestar repentino, seguido de síntomas alarmantes como pérdida de la conciencia. De inmediato, fue trasladada al centro de salud más cercano, donde los médicos intentaron reanimarla sin éxito.
El padrastro de la niña habría notado sus labios morados antes de que fuera llevada al hospital, lo que generó aún más inquietud sobre las posibles causas de su fallecimiento.
La principal línea de investigación señala que la menor pudo haber ingerido veneno para ratas, posiblemente dejado en el patio para controlar plagas. La policía informó que, aunque no se encontraron rastros visibles de la sustancia en el lugar, es común que este tipo de veneno esté disponible de manera ilegal a pesar de su prohibición.
El cuerpo de Valentina fue trasladado al Instituto Médico Legal (IML) para realizar exámenes toxicológicos que confirmen la presencia de sustancias tóxicas en su organismo.
El fallecimiento de Valentina desató un enfrentamiento en la comisaría local. Su padre biológico, devastado por la noticia, acusó al padrastro de negligencia, lo que derivó en una disputa que tuvo que ser controlada por las autoridades. Mientras tanto, la madre de la niña se encuentra profundamente afectada, acompañando el proceso investigativo.
El incidente ha puesto en evidencia los riesgos asociados con el uso de veneno para ratas en entornos domésticos, especialmente en períodos vacacionales, cuando los niños pasan más tiempo en casa.
Las autoridades han enfatizado la necesidad de extremar precauciones con productos tóxicos, dado que estos pueden representar un peligro letal no solo para animales, sino también para menores de edad.
La Policía Civil continuará con las investigaciones para determinar si se trató de un accidente trágico o si hubo algún acto negligente o intencional. Los resultados de los análisis toxicológicos serán cruciales para esclarecer las circunstancias de este lamentable suceso.
Este caso pone de manifiesto la importancia de reforzar la regulación y vigilancia sobre sustancias peligrosas, además de la necesidad de sensibilizar a la población sobre los riesgos que representan para los niños.
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