En su inocencia, una niña de 5 años tocó a la puerta de su vecina para pedir ayuda para ponerse el uniforme de escuela, pues no quería faltar a clases ya que sus padres no despertaban.
Preocupada, la moradora escuchó a la pequeña afirmar: “Papá y mamá no despiertan”. De inmediato salió de su domicilio, ubicado en la cooperativa Unidos por la Paz, en el noroeste de Guayaquil, Ecuador, para verificar qué ocurría.
La escena que encontró era desgarradora: Santiago Medrano, de 50 años, y su esposa, de 48, yacían sin signos vitales sobre su cama en el dormitorio.
La mujer estaba en ropa de dormir, cubierta con una sábana, mientras que Santiago vestía ropa interior. Ambos presentaban hematomas en el cuerpo, y en la misma cama se halló una carta presuntamente escrita por él.
El mayor Michael Richards, jefe operativo del distrito Nueva Prosperina, sector al que pertenece la zona donde ocurrieron estos decesos, informó que la causa de muerte de la mujer habría sido asfixia, mientras que el hombre habría ingerido algún tipo de sustancia tóxica que le provocó el fallecimiento.
“Fuimos alertados por una llamada al ECU-911 que informaba sobre dos personas sin signos vitales en un domicilio. La persona que dio la alerta fue la madrina de la niña, quien indicó que los fallecidos eran pareja. Al llegar al lugar, encontramos los cuerpos. Se llamó a las unidades especializadas, y se evidenció que el ciudadano murió por intoxicación, mientras que la señora presentaba huellas que indicaban estrangulamiento”, explicó el jefe policial.
El oficial añadió que, según testimonios de personas cercanas, no se evidenciaron problemas graves entre la pareja que hubieran alertado sobre lo ocurrido. Sin embargo, en las dos hojas escritas por el hombre, se da a entender que tenía planificado cometer el femicidio y luego suicidarse.
"Se pudo evidenciar que el ciudadano murió por intoxicación y la señora por asfixia; posiblemente fue estrangulada”.
En el escrito, hecho con pluma azul y en dos hojas de un cuaderno pequeño, el hombre comienza pidiendo perdón a sus hijos por la fatal decisión de acabar con la vida de la madre de su hija y la suya propia. En la carta, también pide a uno de sus hijos que cuide de su hermanita.
“La carta finaliza con la firma de ambos, pero seguramente fue escrita por él. Ambos tenían moretones en el cuerpo; al parecer, hubo una pelea previa. Se está verificando si ya existían antecedentes o denuncias previas de la señora por violencia. El hallazgo ocurrió cerca de las 07:00”, agregó el oficial de la Policía.
Vecinos comentaron que, aunque la pareja no protagonizaba escándalos o peleas que incomodaran al barrio, la señora se habría quejado anteriormente de los celos de su pareja.
“El señor casi no saludaba con nadie, y eso que llevaban años viviendo aquí. Ella llevaba dos décadas en el barrio; él llegó después. Este hombre la celaba bastante”, mencionó una vecina mientras, parada en la puerta de su casa, observaba con pesar el dolor de los familiares de los fallecidos y el trabajo de la Policía para retirar los cuerpos, que fueron llevados al laboratorio de Criminalística de Guayaquil. (AEB)
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