Solange da Silva

Tras una denuncia, un hombre de 51 años es buscado como sospechoso por matar a su esposa con un cuchillo en el cuello y llamar a la hija de la víctima para confesar el crimen fue detenido este domingo (17) en Limeira (Sao Paulo), Brasil, según informó información de la Policía Civil a EPTV, filial de Globo para la región.

Se encontraba en una finca de la zona rural de la ciudad.

El crimen ocurrió el 26 de octubre en Artur Nogueira (SP). El sospechoso, Marcos Antônio de Barros, incluso dijo que se entregaría después del crimen, pero huyó de la propiedad en la zona rural antes de que llegaran los familiares y la policía.

Según la policía, cuando los equipos llegaron a la finca, otras personas que se encontraban en la propiedad intentaron negar la presencia del sospechoso allí. Pero el hombre acabó entregándose más tarde. Fue trasladado a la Comisaría de Limeira y espera decisión judicial.

Solange da Silva, de 50 años, fue golpeada en el cuello y, según la Policía Civil, en el cuerpo de la víctima fueron identificadas marcas de lucha física.

Se trata del primer feminicidio registrado en Artur Nogueira en 2024, el decimosexto caso en la región de Campinas en el año.

Abner Ramalho, cuñado de Solange, dijo que la llamada se produjo alrededor de las 4:15 de la mañana. Según él, la víctima estuvo cerca de terminar su relación de más de 20 años con Marcos, quien no aceptó la separación.

Los dos habrían asistido al rodeo en la ciudad, y el motivo de la pelea habría sido una crisis de celos, que se había ido agudizando últimamente.

"[Él] tuvo un desacuerdo con mi suegra, fueron al rodeo, él tuvo este incidente fatal y la atacó con un cuchillo. [Hubo] una pelea como toda pareja, los celos empezaron a aumentar. Ella Quería una separación y no la aceptó. Queremos Justicia, que se presente, que se entregue. Dijo que esperaría, pero cuando llegamos ya había desaparecido”, dijo Abner.

Hasta esta publicación, Marcos Antônio no había sido localizado y detenido por el crimen. El caso es investigado por la Policía Civil.

Desde 2015, la legislación brasileña prevé penas más graves para los homicidios que respondan a la definición de feminicidio, es decir, que impliquen "violencia doméstica y familiar y/o menosprecio o discriminación de la condición de la mujer".