La tragedia en el barrio Fátima de Garupá, Argentina, dejó a la familia Da Silva sumida en el dolor tras la muerte de Samuel, un niño de apenas cinco años, quien fue atropellado por un automovilista que conducía bajo los efectos del alcohol.
El accidente ocurrió el sábado por la noche, cuando Samuel y su abuela, Elida Beatriz S., intentaban cruzar la calle después de salir de la iglesia. La señora resultó gravemente herida y se encuentra internada en el hospital Escuela Ramón Madariaga, donde su estado es reservado.
David García, tío de Samuel, compartió su angustiante experiencia con Acá te lo Contamos por Radioactiva 100.7.
Relató que, tras la ceremonia religiosa, su madre y sus sobrinos estaban cruzando la ruta cuando un automóvil a gran velocidad impactó contra ellos.
"No sé dónde salió porque no se vio luz y no se vio nada", expresó David, quien describió cómo el vehículo arrastró a su sobrino durante 64 metros.
La escena fue devastadora; mientras su madre gritaba de dolor, Samuel quedó tendido en el asfalto sin vida. La llegada de la policía y la ambulancia se demoró casi una hora, lo que intensificó el caos y la desesperación entre los presentes.
El conductor del vehículo, identificado como Celso Velázquez (64), fue detenido por los vecinos que presenciaron el accidente.
Al realizarle un control de alcoholemia, dio positivo. David comentó que él mismo intervino para evitar que el hombre se escapara del lugar del accidente. "Vi cómo él iba bajo el auto, vi cómo lo atropelló", dijo con evidente dolor.
La comunidad reaccionó con indignación ante este trágico evento. David enfatizó la necesidad urgente de mejorar la seguridad vial en la zona.
"Si se cobró una vida, ¿cuántas vidas más se van a cobrar?", cuestionó. La falta de iluminación en una avenida tan transitada como esa ha sido un tema recurrente entre los vecinos, quienes exigen medidas más efectivas para proteger a los peatones.
Samuel era conocido por su alegría y carisma; era el más pequeño de seis hermanos y estaba profundamente amado por su familia y amigos. Su partida dejó un vacío inmenso en la comunidad religiosa a la que pertenecía. "Era el bebé de la familia", recordó David. La familia tuvo que despedirlo rápidamente; su velorio se realizó al día siguiente del accidente.
La situación generó un llamado a la justicia por parte de los familiares de Samuel. David expresó su deseo de que el conductor enfrente las consecuencias de sus acciones: "Solo pido justicia". La comunidad está unida en este clamor, esperando que este trágico accidente sirva como un catalizador para cambios necesarios en las políticas de seguridad vial.
Mientras tanto, Elida continúa luchando por su recuperación en el hospital escuela Ramón Madariaga de Posadas. La familia enfrenta no solo el dolor de perder a un ser querido sino también la incertidumbre sobre el estado de salud de la abuela herida.
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