El mural conmemorativo honra a las 232 personas fallecidas y más de 180 heridas en el trágico suceso.
El reconocido pintor de origen mexicano Roberto Márquez se encuentra en la fase final de su obra más reciente: un mural conmemorativo dedicado a las 232 personas fallecidas y más de 180 heridas durante la reciente tragedia ocurrida en la discoteca Jet Set.
Este hecho ha marcado profundamente a la sociedad dominicana, generando una ola de dolor y reflexión a nivel nacional.
La obra, que se levanta como un tributo visual en memoria de las víctimas, está siendo elaborada con un profundo respeto y sensibilidad por parte del artista. Márquez, conocido por su capacidad para transmitir emociones a través del arte, ha trabajado intensamente en los últimos días para dar los últimos retoques a este mural que busca preservar el recuerdo de quienes perdieron la vida en este lamentable evento.
El mural no solo se presenta como una pieza artística, sino también como un espacio simbólico de duelo colectivo. A través de colores, formas y rostros, Roberto Márquez ha plasmado una narrativa visual que invita a la reflexión y al recuerdo permanente.
La intención del pintor es que esta obra permanezca como un recordatorio tangible de la tragedia y del impacto que dejó en las familias afectadas, los sobrevivientes y toda la nación.
Además de honrar a los fallecidos, el mural busca convertirse en un punto de encuentro donde las personas puedan expresar su solidaridad y mantener viva la memoria de quienes ya no están. Cada elemento que compone la pintura ha sido pensado cuidadosamente, con el objetivo de reflejar tanto el dolor como la esperanza de un futuro con mayor conciencia colectiva.
El trabajo de Márquez ha sido ampliamente valorado por la comunidad artística y por los ciudadanos que han tenido la oportunidad de observar los avances de la obra. Muchos destacan el compromiso del pintor con causas sociales y su disposición para aportar a través del arte en momentos de gran sensibilidad social.
Una vez completado, el mural será de acceso público y se espera que contribuya a la sanación emocional de una comunidad profundamente afectada por este suceso. La obra se erige así como un acto de memoria viva, asegurando que las víctimas de la tragedia en la discoteca Jet Set nunca sean olvidadas.