La comunidad de La Romana atraviesa un momento de profundo pesar tras conocerse la pérdida de un bebé de tres meses de edad en circunstancias que han generado preocupación. De acuerdo con los primeros reportes disponibles, el menor dejó de vivir luego de haber sido alimentado en una guardería local, en un hecho que se encuentra bajo investigación.
Según las informaciones preliminares, el niño fue alimentado en el centro de cuidado y, poco después, empezó a presentar dificultades para respirar. Se presume que la falta de atención inmediata para ayudarle a expulsar los gases podría estar relacionada con su deterioro físico posterior. Sin embargo, hasta el momento, ESTA VERSIÓN NO HA SIDO CONFIRMADA OFICIALMENTE por las autoridades competentes.
La madre del niño, residente en el sector Villa San Carlos, ha expresado su desconcierto por lo sucedido y está solicitando explicaciones claras sobre lo que ocurrió con su hijo mientras se encontraba bajo el cuidado del centro. Su testimonio refleja la angustia de una familia que busca comprender cómo sucedieron los hechos y quiénes podrían ser responsables de una eventual falta de diligencia.
Ante esta situación, la Policía Nacional ha iniciado un proceso de investigación con el objetivo de identificar con precisión en qué establecimiento se desarrollaron los acontecimientos. También se espera que el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (INACIF) emita un informe detallado que permita determinar con claridad la causa médica de la pérdida del niño.
El caso ha generado una notable inquietud en distintos sectores de la provincia de La Romana, donde padres y madres han manifestado preocupación por la seguridad de los menores en los centros de atención infantil. Este hecho ha reabierto el debate público en torno a los protocolos que deben seguirse en las guarderías, especialmente en lo que respecta a la supervisión adecuada luego de la alimentación de los infantes.
La población permanece atenta al desarrollo de las investigaciones, en espera de respuestas concluyentes que puedan ofrecer claridad y establecer posibles responsabilidades. Hasta que el INACIF y las autoridades competentes no emitan conclusiones oficiales, el caso continúa en etapa de verificación y análisis.
Por el momento, se mantiene en curso el proceso correspondiente para esclarecer los hechos y garantizar que se adopten las medidas necesarias para evitar que se repita una situación similar en otras instituciones de cuidado infantil.