El 22 de octubre de 2023, la vida de Patrícia Rosa dos Santos, una enfermera de 31 años, se extinguió de manera trágica, dejando a su familia y amigos sumidos en el dolor y la incredulidad.
Priscila Rosa dos Santos, hermana mayor de la víctima, describe la relación entre Patrícia y su esposo, el médico André Lorscheitter Baptista, como una convivencia peligrosa: “Se acostó con el enemigo”.
Las circunstancias de la muerte de Patrícia han llevado a la Policía Civil a iniciar una investigación que involucra a Baptista, quien ha sido arrestado bajo sospecha de homicidio.
La defensa del médico ha emitido un comunicado en el que sostiene su inocencia y califica la situación como una "tragedia", negando cualquier intención criminal.
Según Baptista, el deceso se debió a un infarto agudo de miocardio, apoyándose en un certificado de otro profesional de salud que él presentó a la familia tras la muerte de su esposa.
Priscila reveló que su hermana había estado bajo la influencia de su esposo, quien, a su juicio, la manipuló y controló.
La sospecha se intensificó cuando los familiares encontraron en la casa de la pareja varios medicamentos, entre ellos Zolpidem, Midazolam y Succitrat, este último de uso restringido.
La policía considera que estos fármacos podrían haber sido utilizados para incapacitar a Patrícia. Los exámenes forenses revelaron marcas de inyección en el cuerpo de la enfermera, lo que sugiere que pudo haber recibido los medicamentos de manera coercitiva.
El día de su muerte, Baptista alegó que Patrícia se había quedado dormida en el sofá después de comer un helado, aunque fue hallada sin vida en una habitación diferente. La investigación apunta a que el médico, que trabaja en el servicio de urgencias de Samu, no realizó maniobras de resucitación a pesar de su formación profesional.
Durante la misa del séptimo día en honor a Patrícia, que tuvo lugar en una iglesia del barrio de Niterói, familiares y amigos se reunieron para recordar su vida. Los asistentes llevaban camisetas con la imagen de la enfermera, reflejando el impacto que su partida ha dejado en la comunidad.
El padre de Patrícia, João Carlos do Santos, expresó su dolor y gratitud por haber tenido a su hija en su vida, mientras que la investigación continúa para esclarecer los detalles detrás de su muerte. Hasta ahora, no se han hallado pruebas concretas que sugieran un motivo claro para el presunto crimen.
Las autoridades están revisando antecedentes de violencia en la pareja, aunque no han encontrado registros que indiquen conflictos previos significativos. Sin embargo, un episodio alarmante ha surgido durante la investigación: Baptista habría intentado provocar un aborto en Patrícia en ocasiones anteriores utilizando métodos coercitivos.
En respuesta a las noticias que rodean el caso, la defensa de Baptista ha solicitado cautela y un trato justo, argumentando que las especulaciones pueden dañar irreversiblemente su reputación y la de su familia.
El uso de Zolpidem, un medicamento que induce al sueño y que ha estado bajo escrutinio por su uso indebido, añade una capa de complejidad a este trágico caso. Desde agosto, su venta en Brasil está regulada y solo se permite con receta médica.
La Policía Civil continúa su indagación, buscando esclarecer no solo las circunstancias de la muerte de Patrícia Rosa dos Santos, sino también el contexto de su relación con Baptista, en un caso que ha conmocionado a la sociedad local.
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