Nuria aborda caso de Paula Santana; familia del acusado asegura su inocencia

Familiares de víctima y acusado presentan versiones opuestas; exigen justicia y pruebas claras.

El año pasado, el medio N Investiga dio a conocer el caso de Paula Santana Escalante. Se trataba de una joven de 23 años hallada sin vida en febrero de 2024 dentro de una alcantarilla. Esta se encontraba en las instalaciones de la empresa Oscor Caribe, localizada en la Zona Franca Las Américas.

Esta semana, el juez Leomar Cruz Quezada dictó un año de prisión preventiva contra Junior Lazarito Sánchez Martínez. La medida fue impuesta desde la Oficina Judicial de Servicios de Atención Permanente de Santo Domingo Este. Según informó el fiscal Milcíades Guzmán, el acusado confesó haber asesinado a Paula Santana.

La madre de Junior, Carmen Luisa Martínez, aseguró que su hijo no tenía antecedentes. Presentó 25 certificados del Infotep de los años 2020 y 2021. “Mi hijo nunca ha ido a un destacamento ni por una redada”, afirmó, defendiendo la integridad de su hijo.

El Ministerio Público le imputa los delitos de asociación de malhechores, homicidio voluntario, violación sexual y robo. Esto conforme a los artículos 265, 266, 295, 303, 304, 331, 379 y 381 del Código Penal Dominicano.

En su momento, la familia de la víctima cuestionó la investigación inicial. Según su abogado, no hubo una pesquisa rigurosa por parte del Ministerio Público.

Uno de los primeros señalados fue Joaquín Alexander Hidalgo Marte, vigilante de la empresa. Él dijo haber participado en la búsqueda de Paula por orden de su supervisor.

“Él baja con la líder de ella y me dice: vamos a hacer una búsqueda. Yo creo que tú nos ayudes porque tú eres el seguridad. Digo: okay, no hay problema”. Aseguró que no encontraron rastros de Paula durante el recorrido.

No obstante, la cartera de Paula fue hallada en su área de trabajo, según el Ministerio Público. Esa evidencia, su actitud durante la búsqueda y reportes de acoso habrían motivado su arresto. También fue detenido Alex Elvin Cruz Díaz, quien dijo: “Yo no trabajo en el mismo departamento que ella”.

Hidalgo Marte negó tener contacto con Paula, pero compañeros lo contradijeron. Algunos denunciaron su manera de hablar a las mujeres. “Como yo digo, si hubiese habido reportes míos, yo no hubiese estado trabajando ahí”, declaró.

Tanto Hidalgo como Cruz Díaz presentaban heridas: abrasiones en piernas, rodillas y muñecas, además de marcas en el tórax. El INACIF determinó que eran lesiones curables en un plazo de uno a diez días. La defensa alegó que fueron producto de maltratos policiales.

Un elemento clave, según el Ministerio Público, fue una prenda hallada con manchas similares a sangre. La defensa dice que fue incautada en casa de Álex Cruz Díaz. El expediente de 130 páginas indica que él y Joaquín abusaron de Paula y la arrojaron a la alcantarilla.

La autopsia se realizó el 22 de febrero a las 6:00 a.m. Reveló signos de violencia sexual, como desgarros y contusiones. El ano estaba dilatado y presentaba lesiones recientes. No se hallaron drogas en el organismo de la víctima.

La necropsia se realizó al día siguiente, el 23 de febrero, a las 9:35 a.m. y confirmó que la causa de muerte fue homicidio. Con la reapertura del caso, se arrestó a Junior Lazarito Sánchez, de 27 años, exempleado de Oscor Caribe. Fue detenido el martes a las 7:00 a.m. en su residencia.

Su hermano Raulín contó que la policía llegó diciendo que buscaban a un hombre en silla de ruedas. Luego notificaron que el arresto era por el caso de Paula. Joanny Escalante, madre de la víctima, expresó: “Gracias a Dios, pedí todos los días que se me hiciera justicia”.

El fiscal Guzmán mencionó que el acusado dio “alegatos de tipo particular” que no fueron divulgados por tratarse de asuntos privados. La defensa de la víctima informó que Junior confesó haber matado a Paula por no aceptar terminar una relación sentimental.

Sin embargo, la familia de Paula lo desmiente. “Eso es mentira. Ella tenía su novio y vivían felices”, expresó su madre. Carmen Martínez reafirmó que su hijo no tenía historial delictivo y que no estaba huyendo. “Todo eso es falso y tenemos pruebas”, dijo.

Raulín agregó que su hermano está siendo presionado. “Lo están llevando al límite para que se eche la muerte encima”, denunció. También dijo que no han podido hablar con él desde el arresto.

En un mensaje de WhatsApp, Junior le escribió a su esposa: “Te juro por mi hija que no soy un violador ni un asesino”. La familia cuestiona que la confesión ocurriera sin mostrar pruebas claras. Aseguran que no les han presentado ni siquiera videos.

Carmen recordó que, al inicio de la investigación, su hijo fue examinado sin que se encontraran heridas. “Él no tenía ni un rasguño ese día”, comentó. A diferencia de los dos primeros detenidos, que sí tenían rasguños similares a los de Paula.

La madre de Paula expresó que su hija no merecía morir así. “Era una niña humilde, dulce. No merecía esa muerte”, afirmó. La familia del acusado pidió una investigación imparcial y advirtió que no se puede juzgar solo por una confesión.

El equipo de N Investiga manifestó preocupación. Señaló que un caso archivado por falta de pruebas se reabre con evidencias que supuestamente siempre estuvieron allí. ¿Cuántas veces más se repetirá este patrón, dejando a familias sin justicia?