Un niño identificado como Pedro Augusto Ferreira Alves, de 8 años, le pidió permiso a su madre y le dijo voy a jugar, antes de sentir literalmente que se lo tragó la tierra. La historia tuvo un final triste, el pequeño perdió la vida.
De acuerdo a los familiares, todo comenzó alrededor de las 3 de la tarde de ayer domingo, cuando el niño salió a jugar con un primo. Fueron a un sitio de construcción el cual no tenía señalización.
Mientras jugaba con su primo, el niño resbaló y cayó en un hoyo de la construcción.
El pequeño cayó en un agujero de aproximadamente 8 metros de profundidad y 30 centímetros de diámetro. Sin embargo, al ser tan estrecho el hoyo, el niño quedó atascado y suspendido a una altura de unos 6 metros. (Debajo hay una imagen que ilustra cómo quedó el niño).
De acuerdo con información de la corporación, el chico, quien al momento de la caída se lesionó una de sus piernas y quedó atrapado durante 18 horas en el hoyo. El hecho sucedió en Carmo do Paranaíba, Minas Gerais, Brasil .
Pedro Augusto estuvo respondiendo bien hasta las llamadas hasta alrededor de las 6 am. En el momento del rescate, poco antes de las 10 de la mañana, tenía un nivel de conciencia disminuido y se sospechaba de un paro cardiorrespiratorio.
Según el teniente coronel del Cuerpo de Bomberos, se necesitaron 16 horas para sacar al niño de la escena. Durante el rescate se estudiaron varias estrategias.
El sitio fue clasificado por los bomberos como “minucioso”, ya que había riesgo de derrumbes.
Después de entender la situación, más equipos fueron llamados al lugar y hubo una nueva discusión para evaluar las tácticas de rescate.
“Trajimos la maquinaria para hacer un acceso rampante, luego hicimos una excavación horizontal, aunque sea manual, y logramos acceder al ducto donde estaba atrapado el niño” , agregó Duarte.
También según el teniente coronel, hubo dos momentos críticos durante el suceso. El primero fue a la hora de decidir qué enfoque se adoptaría , debido al riesgo de derrumbes sobre el niño.
Sin embargo, la situación también representaba un riesgo para los militares.
El último intento de rescate por parte de los bomberos se llevó a cabo cavando un hoyo paralelo al que cayó el niño.
Luego cavaron horizontalmente hasta llegar a un punto justo debajo de donde estaba el niño. Mientras el equipo excavaba horizontalmente, se hizo una protección para evitar que la tierra se derrumbara.
Así, fue posible llegar hasta donde estaba el chico, sacarlo y llevarlo a la superficie.
Pedro Augusto también necesitaba ayuda para alimentarse y recibir oxígeno. “Ayer desde que llegamos le administramos oxígeno a través de un ducto […] También le dimos alimento líquido y mantuvimos contacto verbal con él todo el tiempo” , concluyó el teniente coronel.
Según los bomberos, Pedro fue retirado del lugar alrededor de las 9:45 am, unas 18 horas después de la caída. Tenía un bajo nivel de conciencia y sospecha de paro cardíaco.
En un comunicado, el Ayuntamiento informó que se realizaron diligencias para el auxilio inmediato del niño y luego fue trasladado a la Unidad de Atención de Emergencia (UPA) Adolfo Pereira de Rezende.
Él, sin embargo, no pudo resistir y falleció en el centro de salud. Veinte bomberos y voluntarios trabajaron en el rescate. Debajo de la imagen, un video del momento del rescate.
Aquí debajo esta el video del rescate.