La mañana del 5 de diciembre, en la avenida Túpac Amaru cerca al colegio Jesús Obrero, en Comas, Lima, Perú, una explosión de un buzón eléctrico alarmó a los vecinos.

El incidente ocurrió cuando Marilú Taipe, una transeúnte, caminaba por la zona y cayó al vacío tras la detonación. Posteriormente, la tapa de concreto impactó en su brazo, provocándole una fractura.

El accidente, captado por cámaras de seguridad, mostró que u militar presente, que quedó aturdido unos segundos, asistió a la mujer tras caer.

La situación pudo ser aún más grave, ya que momentos antes, estudiantes pasaban por el lugar camino a su colegio.

Actualmente, Marilú se encuentra internada en el Hospital Sergio Bernales de Collique, donde su familia exige que se identifique a los responsables del hecho.

Ninguna entidad pública ni empresa ha asumido la responsabilidad. Tanto la Municipalidad Metropolitana de Lima (MML) como la de Comas emitieron comunicados deslindando responsabilidades:

La MML atribuyó la explosión a un "conducto de cobre fundido proveniente de redes externas no pertenecientes a la municipalidad".

Pluz Energía negó cualquier relación con el suceso, indicando que las instalaciones involucradas son privadas.

Por su parte, Osinergmin inició una investigación, señalando que el incidente fue causado por un cortocircuito en una caja de paso con cableado eléctrico para semáforos, infraestructura bajo gestión municipal.

La zona permanece cercada y sin servicio eléctrico mientras se realizan reparaciones y se verifican condiciones de seguridad.

Mientras tanto, los familiares de Marilú, preocupados por la gravedad de su lesión, denuncian falta de apoyo y exigen que las autoridades y las empresas asuman su responsabilidad.

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