La situación de una niña de 8 años fallecida el pasado lunes, quien habría llegado sin signos vitales al centro de salud de la localidad de Gaspar Hernández, provincia de Espaillat, ha causado revuelo entre la ciudadanía y las autoridades.
El padre y la suegra de la fallecida, cuyos nombres son Richardson Nina y Yaniris Martínez respectivamente, fueron entrevistados por periodistas y dijeron que su hija no tenía ni enfermedad ni salud. También dijeron que le dieron sopa para la cena.
Los que estaban encargados de la niña fueron detenidos y entregados a la policía nacional ya las autoridades públicas, porque se ha decidido que el niña tenía algunas marcas de violencia.
Laa autoridades dijeron que: “Presenta laceraciones traumáticas antiguas, pero eso se va a determinar en patología forense”.
Por otro lado, extraoficialmente se sabe hasta el momento que los directores de la escuela a la que asiste la niña firmaron un acuerdo con los representantes, en el que se revela el maltrato físico que sufrió la pequeña. Las acusaciones que se les hicieron el padre no las aceptó.