En la ciudad de La Romana, Patricia Griffith, oficial de seguridad de la Secretaría de Seguridad Vial y Transporte Terrestre (Digesett), falleció ayer a causa de un paro cardíaco.
Según familiares, la muerte de Griffith fue producto de una suspensión de no pagarle por 30 días que recibió, situación que lo afectó mucho.
Un documento que detalla la sanción impuesta a Griffith revela que el motivo de su suspensión fue su labor como sargento del Destacamento Diesett en Hato Mayor del Rey.
Durante su trabajo, permitió que otros trabajadores del lugar usaran un motor incautada.
Sin embargo, cuando el propietario, el señor Nanfis Jesaias Cuello Fernández, fue a recoger su motor, descubrió que la motocicleta estaba en mal estado y le faltaban piezas.
La empresa consideró esta práctica como “infracción grave” y, por tanto, prohibida para la entidad, provocando la triste situación.
