Leonardo Leyva y Adriana Bencomo

Una mujer identificada como Adriana Bencomo, una bombero, fue asesinada junto a su esposo Leonardo Leyva y dos de sus hijos en una casa de Nuevo México, Estados Unidos. El señalado asesino resultó ser Diego, otro de los hijos de la pareja.

A partir del reporte de la Policía, el mismo Diego fue quien llamó a la línea de emergencias 911 para informarles lo que había sucedido en la madrugada del pasado 14 de diciembre.

Quería llamar y decir que maté a mis papás. Maté a toda mi familia —se escucha decir al muchacho, según el audio de la llamada revelado por la autoridad.

Leonardo Leyva, de 42 años, y Adriana Bencomo, de 35, fueron las víctimas de este trágico caso. La familia de origen latino residía en una zona llamada Camino Escondido, del estado fronterizo Nuevo México.

Tenían tres hijos: Alexander, de 14 años; Diego, de 16; y Adrián, de 17. Alexander y Adrián yacían sin vida junto a sus papás.

La consternación por el cuádruple homicidio ha golpeado al Cuerpo de Bomberos Voluntarios de la Comunidad de la Ciudad del Río, del cual Adriana era parte.

"El Condado de Valencia, las Comunidades de Río y nuestros hermanos y hermanas en el cuerpo de Bomberos están sorprendidos y entristecidos por esta inesperada pérdida", señalaron.

Andrew Tabet, el jefe de Bomberos, recordó a Adriana como una una gran amiga. "Ella siempre nos hacía reír, siempre tenía una sonrisa en su cara. Estaba muy pendiente de sus niños", contó para el canal de televisión local KRQE.

Según Tabet, los hijos de Adriana incluso visitaban con frecuencia las instalaciones del cuerpo de emergencias: "Tenían muchas ganes de aprender. Eran muy dulces y amaban que su mamá fuera bombero".

La Belen Consolidated Schools, donde Diego estudiaba, dijo estar en 'shock' por el asesinato de la familia.

"Como comunidad, debemos unirnos para apoyarnos mutuamente en este momento de dolor. Este desgarrador incidente nos recuerda la importancia de estar alertas para abordar los desafíos que enfrentan nuestros jóvenes, promover la concienciación sobre la salud mental y garantizar un entorno seguro y enriquecedor para todos", sentenció en un comunicado.

Entre tanto, Diego fue capturado cuando la Policía llegó a la casa tras la llamada al 911. "Salió con las manos levantadas y estaba extremadamente intoxicado", añadió la autoridad.

El joven es acusado de cuatro cargos, entre ellos asesinato de primer grado. Ingresó a un hospital y en las últimas horas fue trasladado a un centro correccional, mientras avanza el proceso judicial.