La comunidad académica y agrícola del Cibao lamenta su repentina partida tras sufrir un golpe en la cabeza durante labores de poda.
La comunidad académica, agrícola y universitaria del Cibao está de luto por la muerte del profesor e ingeniero agrónomo Lucilo De la Cruz, ocurrida la tarde del miércoles tras un accidente mientras realizaba labores de poda en una finca de su propiedad, ubicada en el distrito municipal de Quitasueño, en Cotuí, provincia Sánchez Ramírez.
El lamentable suceso ha causado gran consternación entre colegas, estudiantes y habitantes de la zona. Lucilo De la Cruz, ampliamente reconocido por su larga trayectoria como docente en la Universidad Tecnológica del Cibao Oriental (UTECO), sufrió un fuerte golpe en la cabeza cuando una rama cayó mientras trabajaba en su terreno.
Según el informe del personal médico que lo atendió inicialmente en el Centro Médico Núñez Hernández de Cotuí, el impacto le provocó múltiples traumas craneoencefálicos y contusiones en varias partes del cuerpo.
Debido a la gravedad de las lesiones, fue trasladado de urgencia al Hospital Traumatológico Profesor Juan Bosch, en La Vega. No obstante, durante el trayecto su condición empeoró considerablemente.
Los paramédicos decidieron llevarlo al Hospital Sigfredo Alba en el municipio de Fantino, donde fue ingresado de emergencia. Lamentablemente, pese a los esfuerzos del personal médico, falleció minutos después de su ingreso.
Lucilo De la Cruz dedicó más de 30 años a la enseñanza universitaria en UTECO, institución en la que se desempeñaba como profesor del área de Agronomía.
Además, dirigía la finca experimental universitaria, así como el Departamento de Ornato y Medio Ambiente del campus. Su aporte fue clave para el desarrollo de proyectos de sostenibilidad, prácticas académicas y el fortalecimiento del vínculo entre la universidad y el entorno rural.
La Universidad Tecnológica del Cibao Oriental emitió un comunicado oficial expresando su más sentido pésame por la pérdida del profesor De la Cruz. “El profesor Lucilo De la Cruz fue un pilar de nuestra institución. Su partida representa una pérdida irreparable, no solo para la UTECO, sino para toda la comunidad agrícola del país”, se indicó en la nota firmada por sus autoridades.
Los restos del profesor están siendo velados en su residencia familiar en Quitasueño, su comunidad natal. El sepelio se llevó a cabo este jueves a las 2:00 de la tarde en el cementerio municipal local, donde familiares, amigos, estudiantes y compañeros le dieron el último adiós.
La comunidad reconoce en él a un hombre de entrega, compromiso y gran calidad humana, cuya huella quedará en la formación de numerosas generaciones de profesionales en el área agrícola.