Estudiantes de la misma universidad donde estudiaba Sudiksha

La desaparición de Sudiksha Konanki en Punta Cana genera preocupación sobre la seguridad en viajes estudiantiles. Autoridades y familia siguen en busca de respuestas.
La visita de Sudiksha Konanki a Punta Cana, República Dominicana, debía ser una experiencia inolvidable con amigos, pero terminó en una historia preocupante que ha afectado a dos países.
Sudiksha, de 20 años, era una estudiante de pre-medicina en la University of Pittsburgh. Viajó a Punta Cana para sus vacaciones de primavera con amigos, como muchos otros jóvenes. Sin embargo, la madrugada del 6 de marzo, desapareció frente al Hotel Riu República, un resort muy popular en la zona.
Desde entonces, las autoridades dominicanas han desplegado un gran operativo de búsqueda con drones, embarcaciones y equipos de rescate. También revisaron cámaras de seguridad del hotel y áreas cercanas. Aunque no hay señales claras de un delito, la principal teoría es que pudo haber ocurrido un incidente en el mar.
Sus padres han pedido que se le declare legalmente como no localizada.
En la University of Pittsburgh, su desaparición ha causado gran impacto. “Teníamos amigos en ese mismo resort. Pensar que pudo haber sido cualquiera de nosotros es aterrador,” dijo Bailey Wagenknecht, estudiante de marketing.
Otros, como Olivia Lee, decidieron cancelar sus planes de viaje tras conocer el caso. “No se trata de tener miedo, sino de asumir los riesgos con madurez,” comentó.
Robert Beckman recordó que sus padres le recomendaron no viajar solo cuando fue a Myrtle Beach. Ahora, esa advertencia le parece más importante que nunca. David Eymer explicó que su familia siempre usa el “sistema de compañero” para mayor seguridad. “No sabes lo que pueda pasar, pero puedes evitar quedarte solo,” dijo.
Kate Wentzler, quien estuvo en España durante el receso, reflexionó: “Esto podría pasar en cualquier lugar. No es solo una noticia, es alguien real que pudo estar en nuestras clases.” A pesar del temor, seguirá viajando con más precaución.
Aubrey Coward, estudiante de farmacia, aprendió una lección sin haber salido del país. “Mis padres siempre me dijeron: no te vayas con desconocidos, mantente con tu grupo. Y ahora entiendo por qué.”
Tras este suceso, algunas universidades en EE. UU. han empezado a exigir talleres de seguridad antes de permitir viajes estudiantiles y han formado alianzas con agencias para mejorar los protocolos de emergencia.
El caso tomó otro giro con la mención de Joshua Riibe, estudiante de St. Cloud State University, quien fue la última persona en ver a Sudiksha. Según los reportes, estuvieron juntos en la playa hasta la madrugada, mientras sus amigos regresaban al hotel. Cámaras los captaron hasta las 4:00 a.m.; dos horas después, Sudiksha ya no estaba.
Las declaraciones de Riibe han generado dudas, pues dio versiones distintas: en una, dijo que una ola los arrastró mientras conversaban; en otra, aseguró que creyó que ella se había ido sola. También afirmó que se quedó dormido en la arena.
Su familia mencionó que hubo problemas de traducción durante los interrogatorios. Días después, colaboró con la investigación y fue liberado por las autoridades dominicanas.
Finalmente, Riibe pudo salir del país y regresó a EE. UU. a través de Puerto Rico, donde fue retenido brevemente por asuntos migratorios. De vuelta en su hogar en Iowa, su madre, Tina Riibe, comentó que su hijo está emocionalmente agotado y no dará declaraciones.
“Ha sido una situación muy triste. Josh está descansando,” dijo. No confirmó si él retomará sus estudios pronto.
Este caso ha llevado a agencias de viaje, universidades y familias a replantear sus medidas de seguridad. Ahora, la recomendación general es clara: mantener contacto frecuente, viajar en grupo, evitar zonas desconocidas de noche y tener planes de emergencia.
La desaparición de Sudiksha Konanki ha dejado un gran vacío en su entorno y ha demostrado lo inesperado que pueden ser los peligros en un destino paradisíaco.
Las investigaciones en la República Dominicana siguen en marcha, mientras su familia permanece en el país en busca de respuestas.