Esta mañana fue enterrado Leopoldo Severino, también conocido como el Viejo Liopo. Sus restos mortales fueron enterrados en su lugar de descanso final frente a familiares, amigos y la comunidad durante una emotiva ceremonia.
Mientras la congregación estaba en estado de duelo, también hubo espacio para reflexionar sobre los momentos memorables y alegres que Severino compartió con sus seguidores a lo largo de su vida.
Durante la despedida abundaron las lágrimas y los recuerdos conmovedores, demostrando el cariño y respeto de los asistentes al difunto. En su comunidad, Severino, o el Viejo Liopo como cariñosamente se le conocía, dejó un vacío insondable que siempre será llenado de amor y gratitud.
A lo largo de la celebración se escucharon testimonios y anécdotas sobre cómo Severino había dejado una huella duradera en quienes tuvieron el placer de conocerlo. A su familia le duele profundamente perderlo, pero toda la comunidad también sufre mucho por su fallecimiento.
Leopoldo Severino tuvo un impacto en la vida de quienes lo rodeaban, aunque la tristeza y el amor que impregnaban la atmósfera lo decían todo.
Las comunidades tienden a unirse más durante estos tiempos de duelo, mostrando la resiliencia y la camaradería que definen a las personas en circunstancias difíciles.
Aquellos que conocieron al Viejo Liopo sin duda continuarán con su legado recordando y actuando de manera que se recuerde su calidez y generosidad.