Por Saúl Soriano Sabino.
El pasado viernes 15 de septiembre, a las seis de la mañana, la propietaria de un salón de belleza fue descubierta ahorcada en su casa del barrio Porvenir de San Pedro de Macorís.
La víctima, Antonia Martínez, de 38 años, es madre de tres huérfanos. La casa donde vivía Antonia también servía como salón de belleza.
En la calle Jacinto de la Concha 37 esquina Imbert, segundo nivel, donde fue encontrada muerta, la fallecida compartía domicilio con su pareja y su familia.
En el primer piso de la casa se encuentra el reconocido supermercado Macavi. Se rumoreaba que su cónyuge de hecho fue quien la descubrió, cortó la cuerda y llamó al 911.
Luego de llamar a los servicios de emergencia, poco después llegó una brigada que declaró muerta a la mujer y luego abandonó su cuerpo en la puerta principal de la casa mientras llegaba el médico forense. Una patrulla policial y una multitud considerable de curiosos permanecieron frente a la casa hasta las 9:10 de la mañana mientras esperaban el levantamiento del cuerpo.
Nos comunicamos con familiares de la fallecida quienes dijeron que si bien Martínez había sido padre de tres hijos, sólo dos de ellos vivían con ella en ese momento, y que debían ser evaluados porque fueron ellos quienes vieron el cuerpo colgado. Estos niños de 3 y 10 años fueron atendidos por un profesional de la salud mental para que pudieran crecer sin verse afectados por esta experiencia traumática.
Además de los policías de la Dicrim, un médico legista llegó al lugar a las 10:25 minutos y ambos se dirigieron al levantamiento.
Los vecinos de la fallecida, así como sus familiares y amigos, lamentan lo ocurrido porque tenían en alta estima su carácter.
Las familias de Martínez y quien haya sido su pareja se encuentran en un estado muy preocupante. Una de sus cuñadas nos admitió que había experimentado depresión unos días antes, pero no nos reveló lo que le preocupaba.
Unas cuatro personas han sido encontradas muertas en aparentes suicidios en menos de ocho días, lo que debería impulsar a Sanidad pública a mantener conversaciones y distribuir números de teléfono para ayudar a las personas deprimidas en esta ciudad.
Aconsejamos a las personas que están deprimidas y contemplan hacer algo similar que se acerquen a Dios, hablen con los que llevan buenas nuevas, oren y busquen ayuda profesional.
